Blanco sobre fondo de abismo

Se perfila una silueta cerúlea
en la trayectoria del ojo que todo lo ve
y nada mira.

Una sombra tras las sombras
marca un camino sin luces,
con una curvatura de días borrachos
de tanto vino de vena en sangre.

¡Cómo gritan los fantasmas!

Hay un perfil dibujado con tinta negra
sobre el blanco níveo de un invierno marchito.
Todo es sin ser,
todo está sin estar.
(Agonía de tiempo angosto y marchito)
…y la luz que sigue sin aparecer.

Solo queda un recuerdo recortado
y alguna esperanza rezagada…
sobre la cama un camisón dormido
y en el espejo un reflejo de días con sol y luna.