Con la mirada, buscamos un camino de rosas frescas.
En los senderos conviven las fragancias con duras muescas.
Lágrimas tengo guardadas en los vasos de días tristes.
Amaneceres con la luz en oscuro que dan embistes.
Quedo pequeña cuando el miedo me ataca, si tú no existes.
Busco tus luces, cálida voz que llama, de paz revistes.
El alma se abre cuando llegan caricias, sinceras, puras.
La vida tiene mil colores distintos con mil texturas.
Duele la carne cuando solo recibes voces grotescas.
Vuelve la calma cuando descubres fuerza, todo resistes.
Vivir despacio, saborear momentos, sin ataduras.
Este poema logró una mención en el II Concurso Internacional de Poesía Jotabeando USA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario