Y si me
despierto una mañana
con los ojos
en gris,
píntame
amapolas rojas
en la vereda
del camino.
Llena de verdes
prados
el horizonte
que veo.
Dale un brocha
de azul
al cielo que
me cubre
y al rio que
me baña.
El amarillo azafrán
en tus labios.
Pon blanco en
las miradas
y negro en el
cabello que
baila con el viento.
Píntame un arcoíris
que este gris
absurdo
ya no lo
entiendo.
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