- Tras los cristales, la vida transcurría en un letargo soporífero, fuera el mundo se devoraba en una locura sin sentido.
- Acarició su rostro con suave dulzura, y le prometió que todo seria perfecto. (Dulce canción de mentiras que reconfortan).
- - ¿Cómo puedo ayudarte? - dijo
- Sólo siéntate aquí con migo y deja que la vida nos viva, así juntos.
- Después de tanto tiempo pasado, de tantos recuerdos acumulados, seguía pensando que acababa de empezar a vivir.
- Repaso, paso a paso, los peldaños que baje y subí. Repaso y no me paso si digo que no se si empece a vivir mi vida.
- Sentía frió de tiempo. Se abrazó al recuerdo más cálido y se calentó las ganas de seguir viviendo.
- Desenfundó, apuntó al punto de partida de su deseo y disparó balas de sueños, posibilidades y miles de anhelos.
- Abrió la ventana y le llegó un aroma a mañana nueva y fresca. Olor a comienzo y a camino por recorrer, A suelas nuevas y empezó.
-De tanto buscar espacio terminó por gastar las suelas de los vacíos.
- Maldigo lo que digo, cuando no es lo que siento.- le dije.
Maldices lo que dices. Porque no sientes.- me dijo el eco.
- Te tuve.
Te perdí.
Te sueño.
- Fuimos niños, moldes nuevos. La vida nos creció y cinceló a golpe de tiempo, arrugas y experiencia. Somos tiempo, forma hecha.
- El tiempo se hizo indivisible, cuando estaban juntos. Antes, ahora y luego eran ya, solo ya.
- Temblaba como flan, como hoja en el viento, cuando tenia sus ojos cerca, sus manos cerca, su aliento en la nuca.
- A la sombra de un árbol sembró sus sueños, por ver si florecían, fuertes y grandes. Los regó con caricias y gotas de luz.
- Transmitía tanta luz que le cegaba solo con pensarla.
- -Te cambio un abrazo por una sonrisa.
- La sonrisa la doy gratis, los abrazos solo cuentan si son sinceros.
- Las manecillas del reloj se mueven en un compás distinto:
-Si estas, tienen alas.
-Si no estás, lentas y pesadas.
- Se comieron a besos, se comieron tanto, que ahora tienen empacho el uno del otro.
- En la sala, la luz de la ventana sobre la estatua, proyecta una sombra alargada, cubriendo con su frió abrigo mi cuerpo.
- Descubrió que aunque buscaba nada encontraba. Que buscar no era la solución, que si algo quería tenia que luchar y crear.
- No se despidieron, solo se fueron alejando el uno del otro. Se dejaron ir. Tomaron caminos opuestos y distintos.
- Tu mano en mi cara.
Mi cara en tu mimo.
Tu caricia en mi alma.
Mi alma en tu hueco.
Tu y yo, así, complemento directo.
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