Establecer prioridades,
para poder pintar primaveras
en todas las hojas muertas.
Gominolas de colores
para los paladares apagados.
Arar la tierra para la nueva cosecha.
Un surco sembrado de amapolas que se abren,
y otro de remolacha azucarera.
El dulcito de la vida se vende caro,
y yo quiero cosecha grande
para reglar a todos los corazones tristes.
Escurrir las gotas sobrantes de oscuros.
Los colores y las luces
se disparan como cohetes en una mañana
de algodón de azúcar y galleta con miel.
Establecer
prioridades,
para ganar la batalla
al oscuro que se cierne sobre la cabeza.
Todos deberíamos establecer esa priridades que insinúan tus versos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Rafael, siempre un placer tus comentarios. Abrazos.
Eliminar