Persigo volando una nube blanca
un día que amaneció sin escaleras.
Busco un acceso para llegar
pero sólo hay caídas sin fin.
Los querubines cantan alabanzas
pero un mundo sordo sólo mira.
Las miradas traen presagios
de tormentas de tiempo.
Agosto huele a invierno
y los abrigos ya perdieron su apresto.
Con tela de lino me haré una bufanda.
(¡Cómo duelen los días
tristes!).
Descorcho una botella
de vino
y paladeando una
copa,
me dejo llevar por
senderos
que acomodan aunque
no lleven a ninguna parte………………
Es bonito perseguir esa "nube blanca"...
ResponderEliminarUn abrazo.