Hay una filigrana dorada
en el cielo nocturno,
de los días de luz opaca.
(Siempre queda un posible…)
Una ráfaga de viento
que limpia los sonoros fragmentos
de llantos y quejidos.
Una caricia guardada en el puño
esperando su momento preciso.
Un suspiro quedo,
una mirada limpia
y un abrazo cálido.
Hay un después,
siempre hay un después
esperando a la vuelta de un “sí puedo”.
Hortensia Márquez (horten67)
en el cielo nocturno,
de los días de luz opaca.
(Siempre queda un posible…)
Una ráfaga de viento
que limpia los sonoros fragmentos
de llantos y quejidos.
Una caricia guardada en el puño
esperando su momento preciso.
Un suspiro quedo,
una mirada limpia
y un abrazo cálido.
Hay un después,
siempre hay un después
esperando a la vuelta de un “sí puedo”.
Hortensia Márquez (horten67)
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