Queda un poso denso y oscuro
cuando el día viene duro.
Quiero una noche de luna
con una voz que me acuna,
sin ser mirada lobuna
y que nada nos desuna.
No soy más que poesía
que quiere ser armonía.
Siempre doy con este muro,
que me niega la fortuna
y me quita luz de día.
Y la brisa fue tan fría,
la mirada tan gatuna,
que yo sentí dolor puro.
Y ya no encuentro luz mía,
mi ser de nada se fía.
Quizá quede en parte alguna
una paz tan oportuna,
que me quite la tontuna,
agua dulce de laguna.
Que me querré, eso lo juro,
mi torpeza yo censuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.