Sobre el alfeizar de la mañana
deposité un brote de besos
sembrado en tierra verde.
Si lo riego con lágrimas
se extingue y no despunta.
Si utilizo elixir de vida,
crece y se hace primavera.
Pétalos que abrazan suspiros,
hojas que acarician ojos cerrados,
y un aroma que obnubila
el sentido de la realidad.
Podría vivir un eterno suspiro
suspendida en este brote de esperanza.
No regalé sueños al viento
para recibir tempestades de vida.
Lance volutas de humo
a este cielo que se quedó triste.
Bajo estas espirales efímeras
la vida tiene más peso, si cabe.
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