Con el cielo como
triste testigo,
es mi desdicha, yo soy
mi enemigo.
No me fío casi ni de
mis pasos,
de los vinos que me bebo en tus vasos,
de lo que dicen, de
mimos escasos.
Siempre vivo con los
mismos ocasos.
Llegará a este otoño
una primavera,
un día, despertaré la
primera.
Es mi desdicha, yo soy
mi enemigo,
siempre vivo con los
mismos ocasos,
un día
despertaré la primera.
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