Hay un espacio vacío
entre la curvatura de mi pecho
y la luz de "final de túnel".
Nunca llega a rozar piel
y el frío cubre como vestido.
Las golondrinas ya no vuelven por primavera,
se quedaron a vivir en las cornisas
de las viejas casas.
Abril perdió el olor de azahar
y las mil aguas traen consigo
el barro de un aire asfixiado.
Aún me huele a tormenta el pelo
y a yerba fresca las manos,
aún tengo un sol en los ojos
y una calidez en los brazos,
aún la voz me vibra
cuando los sueños me vienen a despertar
de esta larga pesadilla.
entre la curvatura de mi pecho
y la luz de "final de túnel".
Nunca llega a rozar piel
y el frío cubre como vestido.
Las golondrinas ya no vuelven por primavera,
se quedaron a vivir en las cornisas
de las viejas casas.
Abril perdió el olor de azahar
y las mil aguas traen consigo
el barro de un aire asfixiado.
Aún me huele a tormenta el pelo
y a yerba fresca las manos,
aún tengo un sol en los ojos
y una calidez en los brazos,
aún la voz me vibra
cuando los sueños me vienen a despertar
de esta larga pesadilla.
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