cuando el frío se cuela
por cada poro de mi Sí,
y se instala
y se apodera
y se hace fuerte
en cada rincón
de cada neurona lógica.
(las ilógicas van por libre).
Desdoblo la camisa
que doblé con mimo,
ya es tiempo de mudar.
Sobrecargados los estantes de lágrimas
se quiebran y rompen
dando paso a una cascada
que inunda el suelo.
Destapo el tarro de pañuelos
y recojo el charco con ellos.
Ya es tiempo de escampar.
Proceso el deceso
de los días heridos
y descanso
esperando
una nueva remesa
de horas vivas.
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