Se me corta el aliento
cuando los clavos se hunden
en las heridas abiertas.
Las punzadas en la boca del alma
me provocan nauseas mentales.
El dolor se convierte en ente
y forma parte de los comensales
que hoy tengo sentados a la mesa.
Y se va cayendo
la tarde tardía
cuando la luz
se apaga
y la oscuridad
se despliega y bate alas.
Cetrina carne dormida,
escondida entre paredes de cartón
y suelos de tierra baldía.
Le faltan horas solares para devolver el color
que un día luciera vivo y fresco.
Aguasal para las heridas,
hilo de tiempo para las costuras
y pétalos de rosa para el aroma muerto.
Correr para llegar a tiempo……antes de que muera el alba
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