no hay luz, ni calor, ni estío.
Cruce de días añejos,
tristes noches sin reflejos,
salas vacías de espejos
y de miradas de lejos.
Todo veo en la distancia,
clara es ahora la
estancia.
Vivir es lo que yo ansío,
aún en los días viejos,
queda poso de fragancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.