¡Te extraño tanto!
Vuelvo a pintar en la tierra
efímeros bocetos de juegos.
¡Qué larga es la tarde!
Canicas de colores,
la teja y la tiza.
El barro y un clavo.
(Te echo de menos.)
Un verano que dura
como 7,
y llega septiembre.
Aprovecha las últimas tardes
antes de que te recluyan de nuevo.
El invierno se hace tan largo.
Calbotes calentitos,
somos seis, y mama dice
que hay que repartir.
Huele a leña y a carbón,
a hogar, a seguridad y amor.
(te extraño)
Las manos de grasa negra
traen un pan blanco a la mesa.
Un pellizco y un beso,
un guiño y una broma.
(te echo de menos)
Hay ausencias que se añoran intensamente y que aquellos momentos vividos se necesitan renovar en el recuerdo, aunque sigan latentes.
ResponderEliminarUn saludo.