Pasan de largo
los días cortos.
Como estrellas fugaces
apenas perceptibles
por el rabillo del ojo.
Pesan los escuálidos
esqueletos temporales.
Como plomizo golpe
de realidad abrupta.
Chasquea los dedos,
acudiré rauda a tu llamada.
La necesidad de endulzar
el amargo transito,
me hace percibir unas migajas
como un bocado de cielo.
Desencanto en lo que veo.
Triste alegría de nadie.
Tapón en la botella,
así no puedo beber
una copa de vino.
Destapa y siéntate aquí,
juntos beberos por lo que
pudo ser y por lo que
la realidad nos dejó tener.
Pasan los días, el tiempo corre y la botella no llena los vasos porque "faltas tú..."
ResponderEliminarUn saludo.