Pez diminuto en estanque
de aguas gélidas y oscuras.
Nadando solo, contracorriente.
Pequeñez en un espacio
que ocupan los nombrados.
Recurso mínimo.
Pedazo escaso.
Minúsculo y apenas nada.
Voz en el desierto.
Grito en la soledad.
Llanto en el mar.
Vacío en el aíre.
Nada.
Apenas menos que nada.
Mirada que ve sin ser vista.
Que escucha sin ser escuchada.
Escarcha en la nieve.
Y el frío, siempre el frío
aunque los 40º se rebasaron.
Color translucido y transparente
de la paleta de un pintor mediocre.
Oscuridad en la noche
sin luna.
Bolsillo roto por donde se pierden
los minutos y las ganas.
Alejada del amanecer,
aproximándose al ocaso.
Y el frío, siempre el frío
que cubre los ojos,
las manos y los labios.
Glaciación del alma
marchita, pequeña
y oculta en el centro
de un mundo que habita
en la mota de un suspiro.
"...Frío en el alma..."
ResponderEliminarUn saludo y un placer por darme a conocer tu trabajo, es una delicia disfrutar de tus letras. Gracias.