Derramo las ganas de ser
por cado poro de mi estar.
Reivindico un pedacito de clemencia.
No soy más que tinta y verbo,
que mañana pequeña,
que poso de café en un universo
de cafetales aromáticos.
Me desperezo de un letargo,
cuando la luz atraviesa la bóveda
de esta claustro de tiempo añejo.
Luz que acaricia las puntas de mis dedos
y me invita a bailar sin descanso.
El frío lunar se coló en mis huesos
hace un puñado de sueños,
y el sol que nace por tu nuca
me invita a calentar mi cuerpo.
Veo flores amarillas en un cuenco,
tres pétalos de rosa en mi mano
y un vaso de vida que me pide con un cartelito
“BEBEME”
Despertar para "beber" la vida...
ResponderEliminarUn abrazo y feliz fin de semana.