El blanco y negro de la foto
se mimetiza con los colores de la época.
Gris en el hambre,
negro en el miedo
y blanco en los sentimientos.
Arrugas en la infancia
que se marcan a fuego
y dejan cicatriz de por vida.
Unos pocos deciden
el destino de muchos.
Jugando con sus vidas.
La infancia doblo la esquina.
y la juventud pasó de largo.
El tiempo perdido no
se recupera.
Es como dicen tus versos...
ResponderEliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
Horten amiga que bello poema, me toca de cerca...mis abuelos, llegaron pequeñitos desde España, y ahora nuestros jóvenes se están marchando todos…Abrazo amiga.
ResponderEliminarMuchas gracias a los dos¡¡¡ Maricel un placer tenerte en mi rincón¡¡¡ Abrazos¡¡¡ :)
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