Absurdo momento este
en que los pies se visten solos,
y eligen alas en vez de zapatos.
El sol grita rayos
y los caracoles sacan las sombrillas.
La luz nos deslumbra
y quema las ganas de salir.
¡Agáchate!
¡Qué te ve!
¡Sombreros rojos para cabezas grises!
Los caminos de baldosas amarillas
empiezan a escasear.
Unos gnomos regordetes bailan
mientras unas libélulas tocan el violín.
Volviste a dejar abierta la caja de polvos de sueños
y el mundo se llenó de querubines y mariposas.
¡Agáchate!
¡Qué te ve!
¡El nubarrón viene hacia aquí!
¡Sombreros rojos para cabezas grises!
Todo esto pasa cuando soñamos...
ResponderEliminarUn abrazo.