Y déjame que esta noche trasnoche,
que me quede a tu vera
esperando una mañana
que no quiero que llegue.
Que repase con las manos
lo que los ojos no ven,
y que dibuje con un dedo
lo que la vida no nos pintó.
Déjame que esta noche,
me ponga alas en las ganas
y rímel de colores en las pestañas
y que pinte un Pegaso en nuestra almohada.
Que alimente mi cuerpo,
que caliente mi alma,
que acaricie tus ojos
con el brillo de mis ojos.
Déjame que esta noche trasnoche,
contigo,
y que alba nos encuentre
acurrucados,
dormidos.
Preciosa noche, sin duda, la que perfilan tus versos.
ResponderEliminarUn abrazo.